El proyecto toma como referencia los límites naturales entre quebradas como configuradores de los límites del mapa. No solo porque son ejes naturales de la conformación geográfica, sino que también son parte del propio reconocimiento de pertenencia de las y los vecinos y vecinas. Para reconocerse parte de uno u otro cerro es necesario reconocer las quebradas entre ellos.
En el mapa principal, a modo de memoria como una huella persistente al olvido, hemos graficado las quebradas con sus caudales más grandes de lo que son actualmente. Han abastecido a la población a través de norias y como lugares de esparcimiento a lo largo del tiempo, y aún frente a la crisis hídrica y al acumulo de desechos, siguen resistiendo y nutriendo a diversidad de plantas que nacen en su lecho, para luego seguir su curso por debajo del cemento hacia el mar.
El mapa de entorno sensible es una referencia a la macroescala del territorio y su emplazamiento entre valles y montañas que emergen a la vista como los Apus Aconcagua, La Campana y Mauco. En el mismo mapa también se encuentran extractos del sonido de las aguas, del verde tras la lluvia y la flora con la que se puede ir encontrando a lo largo de una caminata.
El proyecto toma como referencia los límites naturales entre quebradas como configuradores de los límites del mapa. No solo porque son ejes naturales de la conformación geográfica, sino que también son parte del propio reconocimiento de pertenencia de las y los vecinos y vecinas. Para reconocerse parte de uno u otro cerro es necesario reconocer las quebradas entre ellos.
En el mapa principal, a modo de memoria como una huella persistente al olvido, hemos graficado las quebradas con sus caudales más grandes de lo que son actualmente. Han abastecido a la población a través de norias y como lugares de esparcimiento a lo largo del tiempo, y aún frente a la crisis hídrica y al acumulo de desechos, siguen resistiendo y nutriendo a diversidad de plantas que nacen en su lecho, para luego seguir su curso por debajo del cemento hacia el mar.
El mapa de entorno sensible es una referencia a la macroescala del territorio y su emplazamiento entre valles y montañas que emergen a la vista como los Apus Aconcagua, La Campana y Mauco. En el mismo mapa también se encuentran extractos del sonido de las aguas, del verde tras la lluvia y la flora con la que se puede ir encontrando a lo largo de una caminata.
Hacer propio el territorio a través del cuerpo
“Todos los domingos era muy entretenido salir a caminar al cerro. Hacíamos caminatas largas. Teníamos ya 14, 15 años, llegábamos allá hasta la antena, hasta el radal. Una vez yo me acuerdo que los chiquillos se perdieron y llegaron hasta Montedónico, y allá los encontraron. Llegaron sólo caminando.”
Las caminatas se hacen presentes como una frecuente actividad de vecina/os más antigua/os. Una forma de habitar y hacer presente el territorio de manera colectiva y segura.
“Nuestros papás bajaban y subían caminando porque no había transporte público, de 00 a 05h de la mañana a hornear los panes en panaderías de calle Uruguay.”
La ausencia de micros y colas muy largas para colectivos hacía con que además de trabajadore/as, mucho/as estudiantes decidieran subir caminando todos los días después del colegio. Además, se armaban excursiones por el bosque al interior del Fundo Pajonal como medio de entretención, o se solía volver en grupo desde alguna salida al plan o a la playa.
Hacer propio el territorio a través del cuerpo
“Todos los domingos era muy entretenido salir a caminar al cerro. Hacíamos caminatas largas. Teníamos ya 14, 15 años, llegábamos allá hasta la antena, hasta el radal. Una vez yo me acuerdo que los chiquillos se perdieron y llegaron hasta Montedónico, y allá los encontraron. Llegaron sólo caminando.”
Las caminatas se hacen presentes como una frecuente actividad de vecina/os más antigua/os. Una forma de habitar y hacer presente el territorio de manera colectiva y segura.
“Nuestros papás bajaban y subían caminando porque no había transporte público, de 00 a 05h de la mañana a hornear los panes en panaderías de calle Uruguay.”
La ausencia de micros y colas muy largas para colectivos hacía con que además de trabajadore/as, mucho/as estudiantes decidieran subir caminando todos los días después del colegio. Además, se armaban excursiones por el bosque al interior del Fundo Pajonal como medio de entretención, o se solía volver en grupo desde alguna salida al plan o a la playa.
Este trayecto, por el interior de la Quebrada Cousiño, es uno de los que realiza el grupo Pasantías Vecinales, constituido en 2014 con la intención de reconectar habitantes de los cerros El Litre y Las Cañas con el restante de la ciudadanía luego del incendio ocurrido el mismo año el cual dejó la zona aislada del resto de la ciudad.
El proyecto, sostenido por los mismos vecinos y vecinas, tiene el objetivo de visibilizar el vivir y habitar antiguo y actual del sector a través de recorridos guiados en grupo, poniendo en valor la historia oral y local.
Este trayecto, por el interior de la Quebrada Cousiño, es uno de los que realiza el grupo Pasantías Vecinales, constituido en 2014 con la intención de reconectar habitantes de los cerros El Litre y Las Cañas con el restante de la ciudadanía luego del incendio ocurrido el mismo año el cual dejó la zona aislada del resto de la ciudad.
El proyecto, sostenido por los mismos vecinos y vecinas, tiene el objetivo de visibilizar el vivir y habitar antiguo y actual del sector a través de recorridos guiados en grupo, poniendo en valor la historia oral y local.
“Pa’ mi es un lugar donde eres libre y eres más comunicativa con las personas. Es un lugar donde eres feliz y te sientes cómoda, donde te sientes segura de ti misma.”
En 2023 el Centro Comunitario Las Cañas cumplió 15 años como espacio autogestionado de lucha y organización territorial. Importante lugar de encuentro, educación y trabajo colaborativo, el cual niñas y niños participantes de la Escuela de Formación Educadores Comunitarios reconocen como uno de sus lugares favoritos del cerro y sobre todo como un espacio seguro donde estar y compartir.
El Comunitario es en sí es un lugar de construcción de identidad, que evidencia la necesidad de espacios donde nos sintamos libres y segura/os en la ciudad como base para un crecimiento sano y colectivo.
“Pa’ mi es un lugar donde eres libre y eres más comunicativa con las personas. Es un lugar donde eres feliz y te sientes cómoda, donde te sientes segura de ti misma.”
En 2023 el Centro Comunitario Las Cañas cumplió 15 años como espacio autogestionado de lucha y organización territorial. Importante lugar de encuentro, educación y trabajo colaborativo, el cual niñas y niños participantes de la Escuela de Formación Educadores Comunitarios reconocen como uno de sus lugares favoritos del cerro y sobre todo como un espacio seguro donde estar y compartir.
El Comunitario es en sí es un lugar de construcción de identidad, que evidencia la necesidad de espacios donde nos sintamos libres y segura/os en la ciudad como base para un crecimiento sano y colectivo.
Los caballos son nombrados en diferentes historias como una presencia animal importante de los cerros. Hacen parte tanto de recuerdos antiguos como de una práctica recreativa y de trabajo actual. Son parte de la mixtura entre lo urbano y rural común de Valparaíso, no teniendo que caminar muy lejos para encontrarnos con algún patio con huerto o creación de animales de campo.
Los caballos son nombrados en diferentes historias como una presencia animal importante de los cerros. Hacen parte tanto de recuerdos antiguos como de una práctica recreativa y de trabajo actual. Son parte de la mixtura entre lo urbano y rural común de Valparaíso, no teniendo que caminar muy lejos para encontrarnos con algún patio con huerto o creación de animales de campo.
Nombrado popularmente así, el Auditorio Pedro Aguirre Cerda es un espacio importante para la comunidad del cerro Las Cañas. También es usado por el Club Abelardo Contreras de Valparaíso, club local fundado en 1940.
Los clubes deportivos, así como el Yelcho y Pajonal – ambos ubicados en cerro Merced – hacen parte de una histórica red de lugares de encuentro y organización social en torno al fomento de la práctica del deporte.
Nombrado popularmente así, el Auditorio Pedro Aguirre Cerda es un espacio importante para la comunidad del cerro Las Cañas. También es usado por el Club Abelardo Contreras de Valparaíso, club local fundado en 1940.
Los clubes deportivos, así como el Yelcho y Pajonal – ambos ubicados en cerro Merced – hacen parte de una histórica red de lugares de encuentro y organización social en torno al fomento de la práctica del deporte.
“Salíamos a caminar por aquí y nos íbamos por todo Pajonal y empezábamos a gritar a los cabros pa’l frente. Empezamos a hacer amistad – ‘Vengan po, vengan!’ – y empezábamos a desafiar. Y llegaban en la noche pa’ ca. Y nosotros íbamos para allá al cerro Las Cañas. Pero todos llegábamos aquí a la capilla, salíamos a buscar amistades pero llegábamos a la capilla igual, era el punto de encuentro.”
Afuera de la capilla, en calle La Virgen, se establece durante los años 80 un punto neurálgico de encuentro vecinal. El habitar constante de la calle, cuando lo privado se vuelca a lo público, surge una oportunidad de generar conexiones como parte de la construcción de una red de amistad y familiaridad que consolida el tejido social a lo largo del tiempo.
Los vínculos aquí no son solamente vecinales, también son familiares y de amistades “de larga data”. Mucha/os se conocen desde la infancia, cuando sus abuelas o mamás llegaron a vivir al cerro, creciendo junta/os y construyendo lazos que permanecen hasta hoy.
“Jugábamos hasta tarde, los papás y mamás nos miraban desde la vereda sentados conversando. De siete a una de la mañana los niños jugando y las mamás afuera escuchando la radio.”
“Salíamos a caminar por aquí y nos íbamos por todo Pajonal y empezábamos a gritar a los cabros pa’l frente. Empezamos a hacer amistad – ‘Vengan po, vengan!’ – y empezábamos a desafiar. Y llegaban en la noche pa’ ca. Y nosotros íbamos para allá al cerro Las Cañas. Pero todos llegábamos aquí a la capilla, salíamos a buscar amistades pero llegábamos a la capilla igual, era el punto de encuentro.”
Afuera de la capilla, en calle La Virgen, se establece durante los años 80 un punto neurálgico de encuentro vecinal. El habitar constante de la calle, cuando lo privado se vuelca a lo público, surge una oportunidad de generar conexiones como parte de la construcción de una red de amistad y familiaridad que consolida el tejido social a lo largo del tiempo.
Los vínculos aquí no son solamente vecinales, también son familiares y de amistades “de larga data”. Mucha/os se conocen desde la infancia, cuando sus abuelas o mamás llegaron a vivir al cerro, creciendo junta/os y construyendo lazos que permanecen hasta hoy.
“Jugábamos hasta tarde, los papás y mamás nos miraban desde la vereda sentados conversando. De siete a una de la mañana los niños jugando y las mamás afuera escuchando la radio.”
Hubieron diferentes oficios y fábricas que se hicieron presentes en el cerro Merced. En la zona se destacan importantes personas que hacen parte de los recuerdos y patrimonio inmaterial por sus sabidurías y quehaceres.
Entre ellos están la fábrica de ají de color que quedaba en frente al Fundo Pajonal, los talleres de adornos navideños de vidrio en calle La Virgen y Lacan, la fábrica de forros de garrafas y barriles en calle pajonal, y los saberes populares de las sacadoras de empacho y componedores de hueso.
Hubieron diferentes oficios y fábricas que se hicieron presentes en el cerro Merced. En la zona se destacan importantes personas que hacen parte de los recuerdos y patrimonio inmaterial por sus sabidurías y quehaceres.
Entre ellos están la fábrica de ají de color que quedaba en frente al Fundo Pajonal, los talleres de adornos navideños de vidrio en calle La Virgen y Lacan, la fábrica de forros de garrafas y barriles en calle pajonal, y los saberes populares de las sacadoras de empacho y componedores de hueso.
“Amelia ya no está
porque no hubo atención,
Habiendo una cama<
ella se le negó,
Vamos a luchar,
Vamos a cantar,
Pa’ que jamás,
Se apague su voz!”
(canto a Amelia)
El Carnaval de Las Cañas se viene realizando hace más de diez años en los cerros de la ciudad, y en esta oportunidad hizo su recorrido partiendo desde cerro La Cruz hasta Merced. El evento es gestionado a través del Centro Comunitario Las Cañas y congrega agrupaciones de toda Valparaíso.
Al llevar el carnaval a los cerros, haciendo de sus vecina/os la/os participantes directa/os del evento, descentraliza el plan de la ciudad como lugar exclusivo de convergencia, y reubica la idea de apropiación del espacio público a través de la celebración, del derecho a la participación y la alegría, y especialmente el derecho a la salud, haciendo presente a Amelia y la lucha por una salud digna en Chile.
“Amelia ya no está
porque no hubo atención,
Habiendo una cama<
ella se le negó,
Vamos a luchar,
Vamos a cantar,
Pa’ que jamás,
Se apague su voz!”
(canto a Amelia)
El Carnaval de Las Cañas se viene realizando hace más de diez años en los cerros de la ciudad, y en esta oportunidad hizo su recorrido partiendo desde cerro La Cruz hasta Merced. El evento es gestionado a través del Centro Comunitario Las Cañas y congrega agrupaciones de toda Valparaíso.
Al llevar el carnaval a los cerros, haciendo de sus vecina/os la/os participantes directa/os del evento, descentraliza el plan de la ciudad como lugar exclusivo de convergencia, y reubica la idea de apropiación del espacio público a través de la celebración, del derecho a la participación y la alegría, y especialmente el derecho a la salud, haciendo presente a Amelia y la lucha por una salud digna en Chile.
“Yo casi toda mi niñez fue en el fundo. Nosotros íbamos a la cantera, también llegábamos con flores aquí abajo, plumas que las usábamos para colección. El tranque que muchas veces fuimos y también entramos clandestinamente.”
El Fundo Pajonal, comprado por un farmacéutico alemán en 1918, ha marcado de diferentes maneras el vivir cotidiano del cerro Merced.
La presencia de la familia propietaria de esta “quinta fantástica” – que llegó hasta a albergar animales exóticos – ha marcado y configurado el proceso de poblamiento del mismo cerro y su constitución actual, además de la oferta de trabajo que se disponía al interior del mismo fundo.
Aparece con frecuencia como un lugar de difícil acceso e instigador de la curiosidad, una barrera controversial. Limitaba el traspaso a la propiedad privada, que a la vez es bosque y límite entre lo rural y urbano. Acá podría decirse que termina abruptamente la ciudad, dando paso al entorno natural.
Durante la niñez de quienes ahora son adulto/as y adulto/as mayores era parte del juego local intentar traspasarlo para disfrutar de los árboles, del tranque que antes existía, o caminar hasta la cantera.
“La mayor entretención que había aquí era ir al fundo.”
“Yo casi toda mi niñez fue en el fundo. Nosotros íbamos a la cantera, también llegábamos con flores aquí abajo, plumas que las usábamos para colección. El tranque que muchas veces fuimos y también entramos clandestinamente.”
El Fundo Pajonal, comprado por un farmacéutico alemán en 1918, ha marcado de diferentes maneras el vivir cotidiano del cerro Merced.
La presencia de la familia propietaria de esta “quinta fantástica” – que llegó hasta a albergar animales exóticos – ha marcado y configurado el proceso de poblamiento del mismo cerro y su constitución actual, además de la oferta de trabajo que se disponía al interior del mismo fundo.
Aparece con frecuencia como un lugar de difícil acceso e instigador de la curiosidad, una barrera controversial. Limitaba el traspaso a la propiedad privada, que a la vez es bosque y límite entre lo rural y urbano. Acá podría decirse que termina abruptamente la ciudad, dando paso al entorno natural.
Durante la niñez de quienes ahora son adulto/as y adulto/as mayores era parte del juego local intentar traspasarlo para disfrutar de los árboles, del tranque que antes existía, o caminar hasta la cantera.
“La mayor entretención que había aquí era ir al fundo.”
Antiguamente en el cerro Merced había un solo teléfono disponible en uno de los negocios locales, pero sí se aplicaban otras tecnologías análogas. La comunicación a través de espejos, reflejando la luz solar dada por la orientación natural de los cerros de Valparaíso, permitía hacer el llamado de un lado a otro de la quebrada.
Además del uso de la voz – a gritos – ya que el sonido se amplifica por la misma conformación geográfica.
Antiguamente en el cerro Merced había un solo teléfono disponible en uno de los negocios locales, pero sí se aplicaban otras tecnologías análogas. La comunicación a través de espejos, reflejando la luz solar dada por la orientación natural de los cerros de Valparaíso, permitía hacer el llamado de un lado a otro de la quebrada.
Además del uso de la voz – a gritos – ya que el sonido se amplifica por la misma conformación geográfica.
“Yo en la capilla he vivido cosas muy hermosas. La capilla es muy importante para mí porque mi abuela fue una de las gestoras de poner la primera piedra ahí, junto con otras vecinas ahí del cerro.”
La Capilla San José Obrero está en las mediaciones donde antiguamente había un estanque de abastecimiento de agua potable. Su uso cobra importancia no solamente como lugar religioso, sino también como espacio de encuentro y celebraciones, ya que funcionó como colegio y luego como centro comunitario, donde incluso se hacían bailes, por lo que según cuentan algunas vecinas había que tapar o guardar los santos para poder bailar.
“Yo en la capilla he vivido cosas muy hermosas. La capilla es muy importante para mí porque mi abuela fue una de las gestoras de poner la primera piedra ahí, junto con otras vecinas ahí del cerro.”
La Capilla San José Obrero está en las mediaciones donde antiguamente había un estanque de abastecimiento de agua potable. Su uso cobra importancia no solamente como lugar religioso, sino también como espacio de encuentro y celebraciones, ya que funcionó como colegio y luego como centro comunitario, donde incluso se hacían bailes, por lo que según cuentan algunas vecinas había que tapar o guardar los santos para poder bailar.
“Más abajo también había un pozo de agua. Cuando no teníamos agua yo venía de Las Cañas a buscar agua acá, como noria, como vertiente. Y arriba en Las Cañas también había agua. Pero ya no queda nada de eso, todo eso se secó.”
“Más abajo también había un pozo de agua. Cuando no teníamos agua yo venía de Las Cañas a buscar agua acá, como noria, como vertiente. Y arriba en Las Cañas también había agua. Pero ya no queda nada de eso, todo eso se secó.”
La cruz representa un hito fundacional de cerro Merced. Está ubicada sobre una de las dos fosas comunes que se hicieron a raíz del terremoto del año 1906 que derrumbó gran parte del plan de Valparaíso, hecho que activó el proceso de poblamiento del mismo cerro y cerros aledaños.
Al principio fue instalada una animita por los propios vecinos y con el paso del tiempo y la construcción de la cruz, el lugar pasó a ser un punto de encuentro. La cruz y actual plaza formada alrededor son mantenidas por ellos.
La cruz representa un hito fundacional de cerro Merced. Está ubicada sobre una de las dos fosas comunes que se hicieron a raíz del terremoto del año 1906 que derrumbó gran parte del plan de Valparaíso, hecho que activó el proceso de poblamiento del mismo cerro y cerros aledaños.
Al principio fue instalada una animita por los propios vecinos y con el paso del tiempo y la construcción de la cruz, el lugar pasó a ser un punto de encuentro. La cruz y actual plaza formada alrededor son mantenidas por ellos.
“Cuentan que la encontraron en el fondo del mar y que la sacaron y la trajeron a este punto, que era visible, como un punto de referencia para los marineros y la gente del mar. Entonces ellos la veían y sabían que estaban en Valparaíso, en el puerto y se encomendaban a ella cuando salían a sus viajes. De ahí yo sé que tiene el nombre de Stella Maris, Estrella de Mar. Eso es lo que nos contaban mis abuelos, de que era una estatua que traían en dirección a otra parte, no a Valparaíso, y que el barco no la pudo resistir por el mismo peso, porque es muy pesada. Trataron de colocarla en otro barco para poder zarpar y no se pudo, no se pudo y no se pudo. Como que la virgen se quería quedar acá y por eso la instalaron acá.”
“Cuentan que la encontraron en el fondo del mar y que la sacaron y la trajeron a este punto, que era visible, como un punto de referencia para los marineros y la gente del mar. Entonces ellos la veían y sabían que estaban en Valparaíso, en el puerto y se encomendaban a ella cuando salían a sus viajes. De ahí yo sé que tiene el nombre de Stella Maris, Estrella de Mar. Eso es lo que nos contaban mis abuelos, de que era una estatua que traían en dirección a otra parte, no a Valparaíso, y que el barco no la pudo resistir por el mismo peso, porque es muy pesada. Trataron de colocarla en otro barco para poder zarpar y no se pudo, no se pudo y no se pudo. Como que la virgen se quería quedar acá y por eso la instalaron acá.”
Escalera que acompaña por el costado izquierdo los rieles del antiguo ascensor Las Cañas y conecta el plan a faldas de cerro a la Avenida Alemania. Es así nombrada localmente por vecinas y vecinos por su pendiente muy inclinada y el estado de deterioro de sus peldaños y la casi ausente presencia de pasamanos, lo que según cuentan pudo haber propiciado que una o más personas se cayeran al intentar subirla.
Escalera que acompaña por el costado izquierdo los rieles del antiguo ascensor Las Cañas y conecta el plan a faldas de cerro a la Avenida Alemania. Es así nombrada localmente por vecinas y vecinos por su pendiente muy inclinada y el estado de deterioro de sus peldaños y la casi ausente presencia de pasamanos, lo que según cuentan pudo haber propiciado que una o más personas se cayeran al intentar subirla.
Es uno de los trayectos de ascensor más largos de la ciudad, conectando las faldas del cerro en calle Luis Cousiño hasta la Avenida Alemania. Se desactiva en la década de 1980 tras cortarse uno de sus cables de tracción. Estuvo en desuso por algunos años y posteriormente se entregó a un particular para su reparación, lo que no ocurrió hasta que se entregó a la Municipalidad de Valparaíso, la cual tampoco ejecutó el trabajo.
Posterior al incendio de 2014 se hace un proyecto de conexión entre Valparaíso y Placilla a través de un teleférico con participación de la comunidad, pero nuevamente no se ejecuta.
Actualmente se ha informado a la comunidad que un nuevo proyecto del teleférico será llevado a cabo.
Es uno de los trayectos de ascensor más largos de la ciudad, conectando las faldas del cerro en calle Luis Cousiño hasta la Avenida Alemania. Se desactiva en la década de 1980 tras cortarse uno de sus cables de tracción. Estuvo en desuso por algunos años y posteriormente se entregó a un particular para su reparación, lo que no ocurrió hasta que se entregó a la Municipalidad de Valparaíso, la cual tampoco ejecutó el trabajo.
Posterior al incendio de 2014 se hace un proyecto de conexión entre Valparaíso y Placilla a través de un teleférico con participación de la comunidad, pero nuevamente no se ejecuta.
Actualmente se ha informado a la comunidad que un nuevo proyecto del teleférico será llevado a cabo.
Ubicada al interior del recinto municipal que alberga la antigua chimenea de quema de basuras del sector. La caída de agua es resultado del entubamiento de parte de las aguas de la quebrada que colinda cerro Las Cañas con El Litre, donde se aprecia una pequeña cascada.
“Si ustedes miran el farallón van a ver la forma de la roca. Arriba está todo lo que es permeable al agua, por lo tanto hay vegetación. Pero más abajo viene la roca sólida, y esa roca solida forma gran parte sino todos los cerros de Valparaíso. De todas maneras, si ustedes miran también, el agua siempre encuentra por donde infiltrarse, que son las vetas de bajada que hay.”
Ubicada al interior del recinto municipal que alberga la antigua chimenea de quema de basuras del sector. La caída de agua es resultado del entubamiento de parte de las aguas de la quebrada que colinda cerro Las Cañas con El Litre, donde se aprecia una pequeña cascada.
“Si ustedes miran el farallón van a ver la forma de la roca. Arriba está todo lo que es permeable al agua, por lo tanto hay vegetación. Pero más abajo viene la roca sólida, y esa roca solida forma gran parte sino todos los cerros de Valparaíso. De todas maneras, si ustedes miran también, el agua siempre encuentra por donde infiltrarse, que son las vetas de bajada que hay.”
“Mira, acá antiguamente quemaban basura, la traían los burritos, era el vertedero de la ciudad. Después en el 73 empezaron a decir que quemaban a la gente, aquí hay muchas historias que se bien no están comprobadas, son muchos mitos. Esto (la chimenea) debe tener más de 100 años. Fue parte de la construcción para el mejoramiento de Valparaíso por el centenario de la independencia de Chile, estamos hablando de principios de 1900.
Actualmente eso está clausurado, ya no se hace quema de basura, y está la Oficina de Eventos de la Municipalidad.”
“Mira, acá antiguamente quemaban basura, la traían los burritos, era el vertedero de la ciudad. Después en el 73 empezaron a decir que quemaban a la gente, aquí hay muchas historias que se bien no están comprobadas, son muchos mitos. Esto (la chimenea) debe tener más de 100 años. Fue parte de la construcción para el mejoramiento de Valparaíso por el centenario de la independencia de Chile, estamos hablando de principios de 1900.
Actualmente eso está clausurado, ya no se hace quema de basura, y está la Oficina de Eventos de la Municipalidad.”
Según relatan vecinos del Cerro El Litre, el terreno del parque originalmente fue donado en la década de 1940 por José Gonzales de Hontaneda como una forma de pagar sus pecados ante la iglesia, que actualmente nombra la misma calle que colinda el parque.
En 2009 comienza a ser administrado por la Municipalidad de Valparaíso, mismo periodo en que diferentes organizaciones comunitarias empiezan a hacer uso del espacio con la intención de preservarlo como espacio verde de la cuidad. En el año 2011 cerca de diez organizaciones autónomas se constituyen para hacer frente a la posibilidad de que empresas se apropiaran del lugar con fines poco ecológicos y se encargan de mantener el espacio abierto a la comunidad bajo los ejes de trabajo de cultura, medio ambiente y salud.
Actualmente el parque está bajo comodato a la Universidad de Valparaíso, habiendo sido restaurado los senderos y obras menores, y sigue siendo usado por diferentes organizaciones, siendo una de las más conocidas la Sueños de Maché.
Según relatan vecinos del Cerro El Litre, el terreno del parque originalmente fue donado en la década de 1940 por José Gonzales de Hontaneda como una forma de pagar sus pecados ante la iglesia, que actualmente nombra la misma calle que colinda el parque.
En 2009 comienza a ser administrado por la Municipalidad de Valparaíso, mismo periodo en que diferentes organizaciones comunitarias empiezan a hacer uso del espacio con la intención de preservarlo como espacio verde de la cuidad. En el año 2011 cerca de diez organizaciones autónomas se constituyen para hacer frente a la posibilidad de que empresas se apropiaran del lugar con fines poco ecológicos y se encargan de mantener el espacio abierto a la comunidad bajo los ejes de trabajo de cultura, medio ambiente y salud.
Actualmente el parque está bajo comodato a la Universidad de Valparaíso, habiendo sido restaurado los senderos y obras menores, y sigue siendo usado por diferentes organizaciones, siendo una de las más conocidas la Sueños de Maché.
Actualmente parte de lo que era el fundo Pajonal alberga el Parque Merced, donde la antigua pesebrera se convirtió en el Centro Vecinal de Desarrollo (CVD), destinado al uso comunitario por diferentes organizaciones locales.
El proyecto del parque fue desarrollado como medida de prevención y parte de la reconstrucción del cerro luego del incendio que afectó este territorio en 2014.
Durante su proceso de construcción los eucaliptos (especie introducida y de fácil combustión) fueron sacados y se hizo el proceso de reforestación con especies nativas.
Actualmente parte de lo que era el fundo Pajonal alberga el Parque Merced, donde la antigua pesebrera se convirtió en el Centro Vecinal de Desarrollo (CVD), destinado al uso comunitario por diferentes organizaciones locales.
El proyecto del parque fue desarrollado como medida de prevención y parte de la reconstrucción del cerro luego del incendio que afectó este territorio en 2014.
Durante su proceso de construcción los eucaliptos (especie introducida y de fácil combustión) fueron sacados y se hizo el proceso de reforestación con especies nativas.
Los elementos constituyentes del arraigo han sido construidos a lo largo de los años como una memoria que permea el paso del tiempo y sitúa el tejido social como activador y conservador de la resiliencia y afecto. Los vínculos entre las personas adultas y adultas mayores con quienes trabajamos se forjaron más allá de inter-relaciones vecinales, también son familiares y de amistades de larga data. Mucha/os vecina/os se conocen desde la infancia, cuando sus abuelas o mamás llegaron a vivir a los cerros. Por lo mismo las temporalidades de los relatos en los mapas se mezclan entre recuerdos recientes y antiguos, de los cuales muchos remeten a su niñez.
A pesar de que física y geográficamente las edificaciones y el entorno hayan mutado con el paso de los años y principalmente a raíz del gran incendio que afectó Valparaíso en abril de 2014, esta cartografía busca relevar la resiliencia y apoyo brindado por una red de vínculos que se expresan a través de los relatos aquí plasmados.
El rizoma.
El caminar.
La geografía del día a día.
Los elementos constituyentes del arraigo han sido construidos a lo largo de los años como una memoria que permea el paso del tiempo y sitúa el tejido social como activador y conservador de la resiliencia y afecto. Los vínculos entre las personas adultas y adultas mayores con quienes trabajamos se forjaron más allá de inter-relaciones vecinales, también son familiares y de amistades de larga data. Mucha/os vecina/os se conocen desde la infancia, cuando sus abuelas o mamás llegaron a vivir a los cerros. Por lo mismo las temporalidades de los relatos en los mapas se mezclan entre recuerdos recientes y antiguos, de los cuales muchos remeten a su niñez.
A pesar de que física y geográficamente las edificaciones y el entorno hayan mutado con el paso de los años y principalmente a raíz del gran incendio que afectó Valparaíso en abril de 2014, esta cartografía busca relevar la resiliencia y apoyo brindado por una red de vínculos que se expresan a través de los relatos aquí plasmados.
El rizoma.
El caminar.
La geografía del día a día.